Libro virtual

¿còmo serà tener recuerdos vividos de tus vidas pasadas? Debes cumplir una misión que no elegiste, tienes habilidades sobre natura. Ademas eres una adolescente. ¿ Podrá sobrevivir la misionera del tiempo a las batallas terrenales y celestiales?...

Siglos de esperanza trata sobre un angel que Dios destino para un importante misiòn a traes de distintas lineas temporales, posee recuerdos y dones fuera de lo normal, todo està dispuesto para que cumpla su misiòn; encontrar al amor eterno, su alma gemela y poder asi sembrar la ultima paz y esperanza en la tierra... ella es el angel misionero del tiempo.

¡Bienvenido !

lunes, 25 de julio de 2011

Capitulo 2: ¡Cómo te gusta volver al pasado!


Como todas las noches de día viernes, pienso en lo difícil que es intervenir al destino.
¿Por qué se esmera el escriba en poner tantas pruebas, cambios y tanta cosa que nos resulta desagradable a simple vista? Señor escriba, le informo que sospecho lo que usted hace… no le gusta jugar a los dados, ya lo sé. Pero se que le gusta  hacernos pensar de una manera no común. Cómo me encantaría tomar un  refresco con usted, conocer su sabiduría que en mas de un sueño me ha mostrado, no crea que lo he sacado de mis recuerdos de niñez…
Cuando era pequeña veía a un señor anciano, muy simpático que me enseñaba a manejar aquellos dones que yo pensaba comunes a todos los mortales, hoy sé que soy especial, diferente, que rompo las reglas de la física e incluso de la metafísica… me enseñó cosas que no olvidaré, me mostró el camino por el cual caminar sin enloquecer o como decían los griegos “no hay tal crisis”.
Me dejó pistas por todos lados, me enseñó a pensar de manera diferente ( ¡cuántos problemas me ha traído!) .
Lo veo llegar a mi habitación como tantas noches, desde que era pequeña… se acercar a mi cama, con esos ojos que me llenan de paz, de calma…
-          ¿cómo me recuerdas Saltué?
-          Te gusta hacerme preguntas difíciles… desde pequeña fuiste así, te recuerdo con esos ojos enormes cafés que brillaban con la oscuridad, sentada con tus muñecas, junto  a tu guardián… te recuerdo tan inocente como ahora, tan pura y llena de luz.
-          ¿Recuerdas cosas en especial?
-          Tantos momentos dentro del infinito tiempo… infinitos recuerdos, procedo a relatar;
Recuerdo muy bien un día que jugabas en el jardín, José miguel te enseñaba algunos nombres de flores, ¡por Dios, como gustabas de las rozas!. Me viste llegar y preguntaste; ¿Por qué las rozas tienen espinas si son tan bellas?. Yo te respondí de manera sencilla, el dolor es el don más bello que Dios creo, pero es el menos amado…
Solo me sonreíste, yo también respondí a tu sonrisa y te dije que a los 12 años iba a empezar tu entrenamiento especial, donde ibas a entender todo lo  que te cuestionabas. A esa edad debía enseñarte como defender tus dones, como mirar tus dones y por sobretodo como ocuparlos.
-          ¿Crees que aprendí a ocuparlos bien?
-          Digamos que fue un entrenamiento muy natural para ti, desde niña supiste lo que eras, quien eras y por sobretodo tu misión…
-          Esa misión que tantas veces me trae miles dolores de cabeza… pero  que sé que debo cumplir…
-          Nadie dijo que sería fácil, sabes pelearla como dices tú muy bien, sabes cómo cumplirla, quizás ahora estas todavía uniendo pistas, pero créeme que sabes la verdad…Tienes esa inteligencia, esa memoria y esos dones que te van a ayudar. No estás sola y lo sabes bien.
-          Dejemos mi misión para más tarde, quiero recordar algunas cosas que tú debes saber… dime  ¿Por qué volvieron esos recuerdo de infancia, los que habían sido borrados por quizás que cosa?
-          ¡Uffff como te gusta volver al pasado!… no se debe intervenir el pasado…
-          Creo que ya no te sirve decirme las reglas… cuéntame…
-          Tu infancia, no fue como al de otros niños, cierto?
-          Si, veía cosas que después supe que los demás no veían…
-          Exacto, tienes una visión que no todo el mundo tiene, aparte de tu oído ¿no?, bueno digamos que eres capaz de entrar en la otra dimensión como tú ya sabes, de ver lo que los demás no ven, de entender el tiempo y sus paradojas. Hubo momentos claves en donde me fue dada la orden de intervenir, primero llegó a tu vida José Miguel como ángel guardián. Yo me encargaba de enseñarte sobre tus dones, te cuidaba cuando tenías miedo de lo que veías, escuchabas y sentías, fui tu refugio en medio de la soledad que te daban tus dones…
-          Pero esta historia no partió ahora, ¿Mi abuela era relevante en esta época no?
-          Si, tus tres abuelas eran relevantes; Pastora, Esperanza y Luz. Esos nombres no fueron dados en vano… están relacionadas con tu misión como ya sabes. Luz fue la que directamente guió tu infancia, ella la que te enseñaba cosas de tu abuela pastora.
-          Si, ella hasta el día de hoy es la Luz de mucho de mis pensamientos…Pero ¿Por qué me dejaron tan tarde ver a mi abuela Pastora?
-          Fue un encuentro clave, te entregó aquella carta que te informó de lleno sobre tu misión. Ella sabía años antes de tu nacimiento, de tu presencia y de tu relevancia, sabía todo…
-          ¿Ella también tenía el don del tiempo?
-          Si digamos que de una forma si, pero mas desarrollada por su edad. Por eso logró entregarte esa carta…
-          Ahora entiendo, muchas veces esa señora que aparecía advirtiéndome en sueños era ella no?
-          Si, en conjunto con esperanza algunas veces. Es necesario volver a repasar momentos claves de tu infancia.

Saltue me toma de la mano, de nuevo caigo en ese sueño profundo a su lado, estoy moviendo los años, viendo ante mis ojos mi niñez.
Me veo pintando en la sala pequeña de, con mis rulos en la frente me dibujo junto a José Miguel en la hoja, veo que se acerca una sombra,  hace que Marcos muerda mi hombro, comienzo a llorar del dolor…
-          ¿Ahora sabes por qué te atacaban no?
-          ¿Ellos ya sabían a lo que venía no?
-          Si, y siempre quisieron intervenir para eliminarte… buscaron desde el vientre de tu madre sacarte de esta historia, sígueme…

Rápidamente veo a mi madre en el hospital en medio de los delirios, veo como las enfermeras luchan por socorrerla…
-          sembrar esperanza para Dios… no es fácil pero tienes un cielo entero que te cuida. Ahora vamos un poco mas adelante en el tiempo.

Llegamos a un hospital, saltue me explica que la bebé de la incubadora soy yo… pequeña, frágil, pero con tres ángeles a mis costados, pastora miraba la situación con ojos llenos de algo que me cuesta descifrar…
-          Así de frágil fuiste… que ironía, ¡la guerrera de Dios frágil como una hoja!.
-          ¿José miguel desde ese tiempo me cuidó?
-          Mmm si… el siempre te ha cuidado, desde los primeros tiempos, ha sido tu guardián por siglos. Sígueme vamos a ir a ver los riesgos de muerte y zafaste de ellos.

Obligo a que se detenga Saltué.
-          ¿ No podemos ir más  atrás en el tiempo?
-          Mmm… precisamente a  donde, no puedo intervenir y sabes perfectamente que no hay tiempo…

Sigue caminando, sin querer escuchar mis palabras y mucho menos obedecer mi deseo…

-          Llévame al bosque por favor. Solo una vez, un momento pequeño y regresamos.
Saltue mira uno de sus miles de relojes, mueve su cabeza haciendo círculos, tratando de evadir mi petición fuera de las reglas.
-          No me obligues a hacer cosas que pueden afectar más el presente, ¡no podemos intervenir!, Debes mirar el presente, no al pasado…
Sin alcanzar a reprochar la decisión me encuentro nuevamente en mi cama, sentada y con el deseo angustioso de regresar a mi bosque.
-          Olvídalo y no me mires con esos ojos que se me desarman todos mis relojes… Es mejor que sigamos con tus clases.
-          Son las 3 de la madrugada, necesito dormir mañana tengo colegio.
-          Muy bien, mañana vendrá Emanuel a conversar contigo, que tengas un buen descanso y no me odies por lo del bosque, tu sabes cómo son las reglas…
-          “ amar también es dejar y olvidar”
-          ¡Exacto!

Saltue se va de mi habitación, dejándome con una gran duda; ¿será posible olvidar lo que se ama? ¿Por qué a mí me toca tener esta vida tan rara?. Aquí es donde se activa mi principio de negación, prefiero acomodar mi cabeza y entregarme a los brazos de Morfeo buscando conformidad.

Capítulo 1: El comienzo de los recuerdos.


                En aquellas tardes de desierto, en que mi vida era solamente mas indigna que la de un camello, llegaste  a ser mi rescatista, tus monedas fueron la llave a mi libertad sin ser esclava mi familia me había vuelto una sirvienta de poca categoría, mas tu ojos supieron escuchar las suplicas que yo en silencio  hacia mirando al cielo. Me llenaste de los privilegios que la época podía brindarnos, pero más que nada me diste el amor al que denominamos eternos. Con el paso del tiempo llegaron nuestros hijos, una bella casa y tantas alegrías que de tu mano viví. Así terminó este viaje; yo viuda con tres hijos de mi mano, su padre clavado en una cruz por orden  un militar romano. Este es el recuerdo que más me duele; las yagas, los azotes, pero al menos me consuela saber de qué en mi camino nunca estuve sola. Nuestros amigos cristianos me ayudaron a poder esconderme y defender a mis hijos, mis riquezas fueron dadas a los pobre y yo desde aquellos miles de años atrás ya confiaba mi vida a cristo con el dolor de haber perdido a mi alma gemela.
Son tantos los recuerdos de tu valentía que me da orgullo hablar de ti, siempre fuiste mi gran protector, yo defensora de la paz a como diera lugar y tu un fiel guerrero de la justicia, recuerdo como en aquella ocasión me protegiste de los toros que eran soltados para eliminar cristianos, ambos contra una pared salvamos nuestras vidas, aferrados uno al otro, sintiendo el peligro en casa grito de espanto de los que nos rodeaban.
Son tantos los recuerdos nítidos que tengo de ti, me da miedo olvidar tu esencia de guerrero y justiciero que espero encontrar todavía en este mundo.
Llegaron nuevos tiempos, nuevos aire de  vida que se fecundaba en plena tiempo de cruzadas, yo sin querer, logré rescatarte de prisión bailando para tu carcelero, es por eso que recuerdo mi vestido rojo, si, ese que tanto te gustaba… daría lo que fuera por tener en mis manos ese vestido, que recuerdo más vivido, que fortuna sería poder tocarlo, sentir su suavidad, sus brillos que deslumbraban en mi danzar. 
Herido como te había encontrado en aquel bosque te llevé a mi aposento, rompiendo todas las leyes de mis creencias, siendo una mujer  judía – cristiana encontré a este musulmán. Te reconocí por la estrella y luna que llevabas colgando de tu pecho. ¿Cómo podría dejarte abandonado en aquel lugar? Te tomé como pude y te llevé a un lugar de resguardo, yo sabía sin embargo que nuestras vidas ahora corrían peligro, a pesar de que yo fuera una mujer solitaria en un bosque mi comunidad igual podía matarme a pedradas. Pasaron los días y mi huésped fue sanando con las distintas infusiones que me enseñó el bosque y mis ángeles guardadores.
Finalmente así pude dialogar contigo, tus ojos verdes como el paraíso que me rodeaba, tus cabellos un tanto dorados me llenaron de ternura, al ver que tenía rendido en mis aposentos a un valiente guerrero. Comenzaste relatando tus batallas, tus orígenes y finalmente me contaste que no eras musulmán, que solo eras un espía. Con el pasar de los días nos olvidamos de la guerra y te quedaste conmigo, nos casamos bajo una linda luna, no ocupamos mayor testigo que bosque y fue en este lugar donde hicimos nuestro pacto de amor eterno.
Pacto de acto sencillo pero lleno de amor; Simples palabras que nos ataron de por vida, quedo escrito en cada una de las hojas del bosque, en cada brisa destella el movimiento de tus cabellos y sé que quizás en medio de un bosque me esperas para nuevamente ser uno junto a mí.
 En nuestro pacto te entregue mi estrella de David, tú me diste tu luna musulmana, ambos ya nos pertenecíamos al otro y por su puesto pertenecíamos al bosque, a nuestra casa de piedra y a la nueva vida que se gestaba en mi vientre. Llegaron nuevamente nuestros hijos, fuertes e inteligentes, con talentos variados y sin duda no tardó en llegar el tiempo de la crisis. Por motivos de la guerra nuevamente nos tuviste  que dejar, recuerdo las lágrimas que de ambos asomaban yo con mis hijos nuevamente quedaba bajo el cuidado de un buen amigo tuyo,  tu familia estaba en una embarcación con un destino incierto para llegar a una nueva tierra, esta vez debías partir con una promesa de volver a flor de piel, bajo esa promesa que lleva siglos te sigo esperando, sé que volverás, las muchas aguas no podrán callas nuestro amor y cuando vuelvas no te dejaré partir otra vez. ..
 Luego vinieron otros tiempos ya en América, allí me desempeñé como maestra en casa de señores adinerados, allí fue como nuevamente te. Recuerdo los detalles de tu casa, yo la institutriz me enamoré del señorito de la casa, del hijo del hacendado más grande de la región… pero lo más importante de este tiempo, es que logramos brindar libertad a los que eran prisioneros en tu hogar, tu padre poseía la haciendo más abastecida de esclavos negros; sucios, maltratados y asustados, así llegaron a mis brazos, fue aquí donde hice mi   primera revolución de amor junto a ti, comenzamos enseñando a leer y escribir a los esclavos, les enseñábamos de Dios y ambos disfrutábamos tardes compartiendo con nuestros ahora amigos, tu padre se enfureció ante la medida, pero la vida y el destino es justo algunas veces; Tanto odio y rencor lo  llevaron  a una muerte sorpresiva una mañana de agosto, ese fue el día en que pudimos declarar la libertad plena en la que sería ahora nuestra hacienda.
Pero como siempre el destino, se encargó de separarnos  
Y aquí estoy nuevamente, esta misionera del tiempo está encargada de encontrarte otra vez, retratado en un fino caballo blanco, como aquel que poseías en el bosque, en nuestro gran bosque que quizás ya fue destruido por la modernidad,  pero que vive a gritos de esperanza en mi corazón.
Te espero compañero de viaje, te busco  y te recuerdo, vuelve pronto como siempre lo has hecho, estoy lista para ti, para volver a luchar de tu mano, para cumplir nuestra última misión; sembrar la última esperanza y paz de Dios en la tierra. Donde sea que estés viajero del tiempo, quiero que sepas que te amo y que nuestro pacto sigue en pie, porque está escrito en las estrellas, en todos los bosques del universo y en uno de los cabellos de Dios.
Para nuestro amor no hay tiempo ni destino que lo abata, hemos vencido miles de batallas hemos llorado mucho, es tiempo de que regreses, pero para quedarte porque yo estoy lista y plena para ti,¡ bienvenido seas cuando quieras!.